Gaza, como en Yugoslavia o Irak: la muerte y la destrucción, negocios del capital.

Todo lo anterior sirve para explicar por qué Musk ha visitado Israel este lunes. Acompañado del primer ministro, Benjamin Netanyahu, el magnate ha sido la visita al kibutz de Kfar Aza, objetivo del ataque de Hamás del pasado 7 de octubre y desencadenante de esta guerra. Después, también se ha reunido con distintos representantes institucionales y le han trasladado las historias personales de algunas de las víctimas, como una niña israelí-estadounidense de cuatro años que fue liberada por Hamás el pasado domingo en el marco del acuerdo de tregua en Gaza.

Incluso han tenido tiempo para grabar una pequeña charla en formato audio en X, aunque más bien ha sido un monólogo de 20 minutos de Netanyahu, ya que el papel de Musk ha sido mínimo: asentir y decir un par de frases con generalidades en cada intervención. «Israel también ha matado civiles, la diferencia es que Israel trata de evitar matar civiles», explica el multimillonario, mientras que el mandatario responde que «es una tragedia y tratamos de minimizarlo». «Es preocupante ver protestas en favor de Hamás», dice en otro momento el fundador de Starlink. «Odian Israel y odian América», remacha el israelí.

Lo más chocante es que en esta conversación no se trata el que, hasta el momento, ha sido el gran anuncio de la visita, y es que el uso de Starlink en la franja de Gaza esté condicionado por el Gobierno israelí. «Como resultado de este importante acuerdo, las unidades satelitales Starlink solo pueden operar en Israel, incluida la Franja de Gaza, con la aprobación del Ministerio», ha explicado el ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi.

Es algo que dista de lo que había defendido Musk en un inicio, asegurando que Starlink ofrecería «ayuda en la conexión de las ONG de ayuda humanitaria reconocidas por la comunidad internacional». Entonces, el propio Karhi le respondió que eso serviría para que Hamás lo usara para «actividades terroristas» y que iba a poner «todos los medios a su disposición» para acabar con la iniciativa. Musk ya matizó entonces que habría un «control de seguridad» antes de ofrecer el servicio, pero no que ese filtro lo haría Tel Aviv.

El ministro israelí, eso sí, ha lanzado un dardo al magnate. «Durante su paso por Israel, espero que pueda obtener información valiosa y que le sirva como trampolín para futuros proyectos, además de mejorar su relación con el pueblo judío y los valores que compartimos», ha deslizado. El mensaje es una clara referencia a los comentarios publicados por Musk el pasado 15 de noviembre en X y que han provocado la enésima crisis de reputación de la red social.

Fue cuando se mostró de acuerdo con una publicación en la que se afirmaba que los judíos estaban fomentando el odio hacia los blancos, un planteamiento que forma parte de la teoría de la conspiración del «gran reemplazo», agitada por la extrema derecha estadounidense. «Has dicho la verdad», dijo Musk, provocando incluso un comunicado de la Casa Blanca en el que le acusaban de haber realizado una «aborrecible promoción del odio antisemita y racista» que «va en contra de nuestros valores fundamentales como estadounidenses».

Además, algunos grandes anunciantes de X, como Walt Disney o Warner Bros, cancelaron sus campañas publicitarias en X, algo que ya se ha convertido en habitual cuando el dueño de la tecnológica entra en alguna polémica o salta algún escándalo relacionado con la ausencia de moderación de contenidos. Es algo que está dejando aún más mermadas las cuentas de esta tecnológica, que ya partía de una situación delicada cuando Musk decidió comprarla.

En este sentido, está previsto que a última hora de la tarde acuda a un encuentro con el presidente de Israel, Isaac Herzog, en el que participarán representantes de las familias de los rehenes de Hamás. Según medios locales, uno de los puntos a tratar será «la necesidad de actuar para combatir el creciente antisemitismo en internet». Es uno de los temas que ya habían tratado Musk y Netanyahu a mediados de octubre, cuando tuvieron otro encuentro presencial en California. Aquí cabe remarcar que el multimillonario siempre ha rechazado la idea de controlar lo que se publica en redes sociales mientras esté dentro de la legalidad.

Lo sucedido con Musk en Israel tiene mucho que ver con el importante papel de Israel en la industria tecnológica. En concreto, es el segundo país que mayor porcentaje (4.3%) del PIB dedica a investigación, desarrollo e innovación, algo que le ha permitido convertirse en un referente mundial en materia de ciberseguridad, inteligencia o armamento. Por supuesto, para alcanzar este nivel de desarrollo también ha sido clave tener a Estados Unidos como principal aliado geopolítico, algo que se refleja en sus robustas alianzas comerciales.

En este sentido, cabe recordar lo sucedido con Web Summit, la conferencia tecnológica más importante de Europa, a mediados de octubre. Su fundador, el irlandés Paddy Cosgrave, insinuó que Israel estaba cometiendo crímenes de guerra, algo que provocó una cascada de cancelaciones de empresas estadounidenses. Entre ellas, Google, Amazon o Meta, todas ellas son importantes sedes en suelo israelí. Finalmente, Cosgrave tuvo que dimitir para no poner arriesgar aún más la celebración del evento.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2023-11-27/elon-musk-netanyahu-israel-gaza-starlink_3782421/