A 51 años del golpe de Estado.
por DiarioUchile.
El proyecto, que hace un rescate sonoro y radiofónico del espacio de resistencia de Radio Moscú, se transmitirá semanalmente en nuestra emisora, a partir de este lunes 9 de septiembre, a las 11:00 horas.
Durante los 17 años de dictadura militar, el programa “Escucha Chile”, emitido por Radio Moscú, fue el bastión comunicacional de la resistencia chilena en el extranjero, principalmente del Partido Comunista y después, de todas las fuerzas de oposición al régimen. Este espacio desafió el cerco informático impuesto por la dictadura, con una transmisión diaria que informaba y denunciaba las violaciones a los derechos humanos que se estaban cometiendo en ese momento.
Este programa, que comenzó con un relato del escritor y político Volodia Teitelboim en septiembre de 1973, reunió en sus micrófonos a importantes políticos, periodistas y artistas nacionales que después del golpe de Estado no pudieron volver al país o fueron exiliados, como el escritor José Miguel Varas (Premio Nacional de Literatura 2006), los periodistas Eduardo Labarca, Guillermo Ravest, Ligeia Balladares, Marcel Garcés y María Victoria Corvalán; el locutor y folclorista René Largo Farías; el actor José Secall, y el abogado Orlando Millas, entre tantos otros.
Todos ellos se nutrían de noticias, a través de un circuito de información clandestino que, desde Chile, les hacía llegar los acontecimientos de las más diversas y novedosas maneras.
La importancia de este espacio radial -también reconocido por la voz de la locutora ucraniana Katia Olevskaya, quien trabajó por décadas en la emisora soviética-, ha sido retratado en diversos libros y en documentales audiovisuales, pero hasta la fecha, no había ningún proyecto que rescatara sonora y radialmente este programa que, además, fue fundamental para el movimiento de solidaridad que surgió en apoyo a los chilenos.
Para narrar esta historia no contada y contribuir al patrimonio sonoro del país, el periodista e investigador Raúl Rodríguez, estrenará el documental “Escucha Chile, la voz de la solidaridad”. A través de entrevistas, archivos de audio inéditos y recreaciones, se cuenta la historia de este importante espacio, que fue de relevancia para los auditores chilenos, las y los exiliados y para los prisioneros y sus familias.
Rodríguez explica que “este documental viene a llenar un espacio de memoria sonora y radiofónica que faltaba en nuestro país”. “Se daba la paradoja de que esta historia había sido contada en textos y películas, pero no sonoramente, por lo que le daremos vida a los archivos sonoros de este programa, a través de los protagonistas que aún viven y de los que tenemos registro. Ellos fueron fundamentales en la resistencia comunicacional contra la dictadura y para la recuperación de la democracia en Chile”, sostuvo.
El documental se divide en cuatro episodios que se transmitirán semanalmente, a partir del lunes 9 de septiembre, a las 11:00 horas, por Radio Universidad de Chile y una vez que se emita, se subirá al sitio SONORA.media y a las principales plataformas de podcast.
Para conocer más detalles del proyecto, revisa la entrevista completa a Raúl Rodríguez en el programa Semáforo:
Fuente: https://radio.uchile.cl/2024/09/08/a-51-anos-del-golpe-de-estado-podcast-documental-rescata-la-historia-del-programa-escucha-chile/
De archivo:
‘Escucha Chile’, el programa de Radio Moscú que por 17 años informó al mundo de la dictadura y que inspira el documental ‘Mosca’
El jueves 17 se estrenó el documental “Mosca”, dirigido por Christian Aylwin y Martín Núñez, y que cuenta lo que fueron las transmisiones internacionales de Radio Moscú durante la dictadura militar en Chile.
El 11 de septiembre de 1973, por medio de un golpe de Estado, las Fuerzas Armadas y de Orden ponen término anticipado al gobierno del presidente Salvador Allende Gossens. Prontamente, la Junta Militar dicta medidas que no sólo desarticulan un proyecto político, sino que fracturan la vida de quienes comparten las transformaciones emprendidas por la derrocada administración. A la disolución del Congreso Nacional y del Tribunal Constitucional, la proscripción de los partidos políticos que conforman la Unidad Popular, la destrucción de los registros electorales, la designación de nuevas autoridades, el despido masivo de funcionarios públicos, se suman el control de la actividad sindical y universitaria. Por otra parte, la temprana implantación del toque de queda favorece el ejercicio de la represión: detenciones ilegales, tortura, prisión política, exilio, afectan a miles de personas.
La dictadura instala una estricta censura a los medios de comunicación con el objeto de impedir cualquier intento de fiscalización o cuestionamiento de sus acciones. Sin embargo, desde distintos sectores se despliegan formas de organización y resistencia paralelas que operan en la clandestinidad o en el exterior. A través de Radio Moscú y con la colaboración de un sinnúmero de informantes, el programa Escucha Chile difunde noticias de lo ocurrido en el país y el extranjero, en cuatro horarios distintos1, durante casi diecisiete años, y de manera ininterrumpida.
A continuación, la historia de Radio Moscú y Escucha Chile, inspiración del recientemente estrenado largometraje documental.
El pasado jueves 17 de marzo estrenó el documental MOSCA, dirigido por Christian Aylwin y Martín Núñez; donde se busca relatar lo que fue parte de estos años de transmisión. A continuación, la historia de Radio Moscú y Escucha Chile, inspiración del recientemente estrenado largometraje documental.
Radio Moscú
Radio Moscú inicia sus transmisiones el 29 de octubre de 1929. Al comienzo, la programación es en alemán, francés e inglés. Sin embargo, el primero de agosto de 1932, en el número 25 de la calle Piatniskaya, frente a la estación Novokuznetskaya del metro, Radio Moscú Internacional incluye por primera vez transmisiones en español, a cargo del locutor Luis Cequini. Durante la Guerra Civil Española, en 1939, se incorporan ciudadanos de ese país quienes colaboran en las emisiones en dicha lengua.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Radio Moscú sigue desarrollando sus tareas cotidianas. La locutora Katia Olevskaya recuerda: “cuando comenzó la guerra, seguíamos trabajando (…), durante un bombardeo cayó una bomba en medio del patio. Pero por suerte no explotó, lo único que sucedió fue que a Cequini se le cayó máquina del escritorio (…). Antes de la guerra recibíamos muchas cartas, realizábamos concursos. Luego, durante la guerra todo cambió, porque en algunos países escuchar Radio Moscú estaba prohibido bajo pena de muerte”. Producto de los ataques y “como medida de precaución, la redacción fue trasladada temporalmente a otro lugar. A veces los programas se transmi- tían desde los refugios antiaéreos. Las emisiones desde Moscú al exterior no cesaron ni un solo día».
Terminado el conflicto, e iniciada la Guerra Fría, Radio Moscú por un lado, y La Voz de América por otro, se sitúan como los principales portavoces a nivel mundial de la Unión Soviética y Estados Unidos respectivamente, operando como antagonistas ideológicos.
En el período de la Unidad Popular, Radio Moscú decide grabar programas especiales de 10 a 15 minutos de duración para ser difundidos en dos radioemisoras nacionales: Radio Recabarren y Radio Magallanes. Participan en esta tarea “periodistas soviéticos y estudiantes chilenos”.
A partir de una entrevista al entonces senador y dirigente del Partido Comunista de Chile, Volodia Teitelboim, emitida esa misma noche por Radio Moscú, comienza a gestarse el mítico programa Escucha Chile. El espacio es transmitido por onda corta. Su propósito es informar a los chilenos que se encuentran tanto en el país como en el exterior sobre lo que acontece en Chile rompiendo el cerco informativo impuesto por la dictadura.
Katia Olevskaya recuerda: “teníamos una gran simpatía por Chile, conocíamos a José Miguel Varas, corresponsal de El Siglo, después Rolando Carrasco, José Miguel venía, leía sus comentarios, no se equivocaba nunca”. Esta relación se profundiza luego del golpe militar del 11 de septiembre de 1973. A partir de una entrevista al entonces senador y dirigente del Partido Comunista de Chile, Volodia Teitelboim, emitida esa misma noche por Radio Moscú, comienza a gestarse el mítico programa Escucha Chile. El espacio es transmitido por onda corta. Su propósito es informar a los chilenos que se encuentran tanto en el país como en el exterior sobre lo que acontece en Chile rompiendo el cerco informativo impuesto por la dictadura.
Después de la desaparición de la Unión Soviética en 1991, Radio Moscú deviene en La Voz de Rusia, emisora que continúa sus transmisiones en español. El decreto presidencial del 9 de diciembre de 2013, firmado por el presidente Vladimir Putin, crea la agencia internacional de noticias Mia Rossiya Segodnya (Rusia Hoy), que fusiona la Agencia Rusa de Información Novosti (RIA Novosti) y el servicio internacional La Voz de Rusia, ex Radio Moscú.
Escucha Chile: la iniciativa soviética
Las noticias sobre el golpe militar, el bombardeo al Palacio de La Moneda y la muerte del presidente Salvador Allende impactan a las autoridades de la Unión Soviética. Estas últimas toman algunas decisiones tendientes a apoyar la causa chilena: “En una reunión, en la que participaron las autoridades máximas del Radio Komitet, el organismo con rango de ministerio que tenía a su cargo las emisiones de radio y televisión del país y también, por cierto, las emisiones radiales para el extranjero, se acordó dedicar un programa permanente a Chile como expresión de solidaridad y apoyo al pueblo chileno sometido a una cruenta represión”.
Clave en las gestiones realizadas para salir al aire con un programa dedicado exclusivamente a Chile, es Babkén Serapioniánts, editor y jefe de los programas latinoamericanos de Radio Moscú.
En sus Memorias, Orlando Millas, recuerda: “Babkén Serapioniánts se sintió tan conmovido al enterarse de lo sucedido en Chile ese septiembre de 1973, que propuso algo revolucionario en ese ambiente, hacer un programa moderno, libre de reglamentaciones y confeccionado por periodistas chilenos de alto nivel. Ello pareció al comienzo inviable e increíble, pero la tenacidad de Babkén y la escandalosa brutalidad de la Junta Militar chilena le permitieron asumir amplios poderes mediante los cuales rompió todas las normas burocráticas que imperaban para los otros programas noticiosos que difundía la radio en más de treinta idiomas”.
A pesar de contar con la aprobación de Sergey Lapin, ministro que presidía el Comité Estatal de Radio y TV de la Unión Soviética, Babkén Serapioniánts enfrenta otra barrera. Ese día 11 de septiembre, “no contaba con un equipo de periodistas chilenos para dar inicio al programa. El único chileno que estaba allí disponible esa noche era el secretario general del PC [sic] Volodia Teitelboim (…)”.
La redacción de Radio Moscú logra comunicarse con Teitelboim, quien, en su calidad de miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile, se encuentra en Europa. Le solicita trasladarse desde Roma a Moscú para entrevistarlo a la brevedad.
El propio Teitelboim recuerda el episodio: “Llegué al estudio después de medianoche. Estaba solo frente a un micrófono de metal indiferente. Comencé a improvisar sabiendo que Allende había muerto y que La Moneda seguía ardiendo por el bombardeo de los Hawker Hunter. Hablaba más con el corazón que con la cabeza. Tal vez nadie me escuchaba en Chile. Pero yo tenía que hablar para decirles que el crimen no sería aceptado por el mundo. Esto lo dije porque quería que fuese así. Y fue así.
El propio Teitelboim recuerda el episodio: “Llegué al estudio después de medianoche. Estaba solo frente a un micrófono de metal indiferente. Comencé a improvisar sabiendo que Allende había muerto y que La Moneda seguía ardiendo por el bombardeo de los Hawker Hunter. Hablaba más con el corazón que con la cabeza. Tal vez nadie me escuchaba en Chile. Pero yo tenía que hablar para decirles que el crimen no sería aceptado por el mundo. Esto lo dije porque quería que fuese así. Y fue así. Aquella noche nació el programa Escucha Chile. Era el único chileno que estaba allí disponible en esa noche, en ese día nefasto. Meses después llegaron periodistas experimentados y se formó un equipo profesional que transmitió diariamente”.
Equipos de trabajo y programación
En una primera fase, Escucha Chile transmite “arengas, comentarios llenos de emoción. Condenación frente a las muertes que estaban ocurriend”. Según Teitelboim, el nombre del espacio “hablaba del propósito, de la intención y de la razón de ser del programa. ¿Queríamos lo imposible? Que Chile escuchara, que Chile supiera lo que pasaba en Chile, porque allí sólo hablaba la Junta. Que se conociera también la opinión de un mundo horrorizado y lo que hacían los chilenos de fuera, entregados a la tarea de contribuir a la creación de un movimiento solidario que pronto se extendería en todo el planeta”.
El equipo de trabajo es reducido. Lo dirigen Guennadi Spersky, periodista, poeta y escritor, quien se desempeña como redactor y comentarista y, desde 1974, José Miguel Varas. Participan también los locutores Luis Cequini y Katia Olevskaya. Cequini trabaja en los programas dirigidos a América Latina. La ucraniana Katia Olevskaya gracias a un perfecto español y a la calidez de su voz, se transforma en referente para los auditores del programa. Su trabajo es leer las noticias escritas por los periodistas. Sin embargo, para ella resulta difícil no conmoverse: “yo leo con sinceridad, lo digo así como lo siento. Quiero dar ánimo a mis amigos chilenos, alentarlos, infundirles esperanza. Yo admiro a mis amigos chilenos. Recibo cartas desde las cárceles de mujeres presas, son tan emocionantes que a veces tengo que interrumpir la lectura porque las lágrimas me empañan los ojos (…). Esas informaciones no se pueden leer con indiferencia”.
A partir de 1975 y durante nueve años, el actor José Secall asume labores de locución para los espacios Radio Magallanes, primero, y más adelante Escucha Chile. Además de locutor, apoya el trabajo de los periodistas asumiendo la transcripción de cintas que contienen cuñas de los entrevistados, musicales, conversaciones y entrevistas telefónicas y despachos desde otros países.
Tras su emblemática entrevista del 11 de septiembre, Volodia Teitelboim es el primer chileno en unirse a la Radio Moscú y participar en el programa Escucha Chile con la sección Volodia Comenta. “Mantuve mi programa durante quince años. Al principio durante todos los días. Más tarde me instalé frente al micrófono los martes y viernes. Por causa de la diferencia horaria, cuando eran las dos o tres de la madrugada en Moscú se escuchaba en Chile a las nueve de la noche anterior. Era un avión supersónico de palabras (…), llevando un mensaje que estimábamos necesario, sobre todo porque en los primeros tiempos la dictadura impuso censura total y los chilenos sólo podían saber lo que pasaba en el país escuchando emisiones que venían de fuera, sobre todo a través de Radio Moscú, Berlín Internacional, Radio Praga, Radio Habana, etc.”.
Orlando Millas, abogado, político, ex diputado y ex ministro del Gobierno de Salvador Allende, también forma parte del equipo profesional. Tiene a su cargo un espacio semanal de tres minutos, los días jueves, emitido en todos los programas en español, donde se aborda la realidad chilena. Participa de manera constante en entrevistas, foros y comentarios especiales.
El programa agrega nuevos nombres. Guillermo Ravest, Ligeia Balladares, Rolando Carrasco, Leonardo Cáceres, Lautaro Aguirre y Gabriela Meza, entre otros, trabajan en salas “con las paredes tapizadas de mapas de Chile y afiches anunciando actos de solidaridad”. Procesan información, preparan pautas, programas y emisiones de Escucha Chile.
Más adelante se suman otros chilenos. El escritor y periodista José Miguel Varas impulsa la profesionalización del programa: “al llegar yo sentía que se necesitaba tener más información y que fuera exacta, lo más precisa posible”. Varas considera fundamental la incorporación de otros periodistas chilenos en las tareas de redacción20. El programa agrega nuevos nombres. Guillermo Ravest, Ligeia Balladares, Rolando Carrasco, Leonardo Cáceres, Lautaro Aguirre y Gabriela Meza, entre otros, trabajan en salas “con las paredes tapizadas de mapas de Chile y afiches anunciando actos de solidaridad”. Procesan información, preparan pautas, programas y emisiones de Escucha Chile.
Los espacios se crean a medida que se consolida el programa. Surgen segmentos vinculados a la música, literatura, cultura. René Largo Farías crea Chile Lucha y Canta. Por otra parte, a través del comentario político semanal de Pedro Correa (PC), emitido los lunes, el Partido Comunista va marcando e informando su línea política. Lista Negra relata la represión ejercida en Chile, las torturas y asesinatos cometidos en el país, los nombres de los responsables, entre otras informaciones. En una carta enviada a la radio, un ex preso explica que “tiene muchos oyentes, incluso entre los militares: unos quieren saber más sobre sus colegas, y los otros escuchan temerosos para ver si los nombran. En el campo de concentración fui testigo de cómo gracias a este programa mejoró el trato de los militares con los presos políticos”.
Escucha Chile reproduce comentarios políticos a cargo de dirigentes de los Partidos Comunista, Socialista, Demócrata Cristiano, Mapu Obrero y Campesino e Izquierda Cristiana.Varas impulsa y defiende la necesidad de incluir entrevistas y opiniones de todos los sectores. Su compromiso “era con la restauración de la democracia en el país. Los soviéticos entendieron este argumento y lo respaldaron absolutamente, con plena confianza en los periodistas que él lideraba y en las decisiones del Partido Comunista Chileno”.
Varas recuerda la participación de diferentes personeros, entre ellos “los democratacristianos Bernardo Leighton, Renán Fuentealba, Claudio Huepe; los socialistas Carlos Altamirano, Clodomiro Almeyda, Galo Gómez, Albino Barra, [y los radicales] Hugo Miranda, Edgardo Henríquez; los mapucistas Guillermo Garretón, Jorge Ossandón; los de Izquierda Cristiana Julio Silva, Luis Maira, Rafael Agustín Gumucio y así muchísimos más y se dio acogida a los documentos de cada partido y organización opositora. Así se mantuvo vivo el espíritu y el mensaje de Allende, su voluntad de actuar con respeto a cuantos estuviesen por un Chile en libertad. Escucha Chile nunca [tuvo] estrecheces sectarias”.
Al principio el programa es transmitido en directo, a las tres de la mañana hora de Moscú, para que en Chile se escuche a las diez de la noche, del día anterior. Más adelante comienza a emitirse grabado.
Recuerda José Secall: “se hacía todos los días del año, de lunes a viernes, el viernes se dejaba grabado viernes, sábado y domingo, pero quedaba un periodista de turno para el sábado y el domingo, con un espacio libre en el programa, cuatro o tres minutos libres, para que el periodista que estaba de turno sábado y domingo incorporara las noticias que llegaban en el día. Lo mismo cuando sabíamos, por la diferencia de hora, que en Chile iba a haber una actividad, que iba a comenzar una huelga de hambre, o sabíamos que iba a haber alguna marcha especial. O que estando en Moscú, si la actividad iba a ser a las siete de la tarde en Chile, allá iban a ser las dos de la mañana. Entonces también se grababa el programa de ese día y se dejaba un espacio abierto y volvíamos a las tres de la mañana a la radio. Un periodista, por ejemplo, José Miguel Varas, grababa el faltante. Por lo tanto, nos dábamos el tiempo para recibir la información faltante de Chile en la madrugada de Moscú y poder agregar esa información a último momento”.
Redes de información
Desde sus comienzos Escucha Chile cuenta con la colaboración de una gran cantidad de per- sonas, gracias a las cuales se establece una importante red de información alternativa. Inmediatamente después de ocurrido el golpe militar, las noticias sobre Chile emanan tanto desde agencias cablegráficas como del canal noticioso alimentado clandestinamente al interior del país, por periodistas como Marcel Garcés y “decenas de chilenos que se transformaron en corresponsales de Escucha Chile en diferentes países”. Las maneras de transmitir la información son diversas: “viajeros, las embajadas, algunos medios (…), las agencias informativas internacionales recibían la información nuestra, o sea, era un trabajo de comunicaciones adaptado a las realidades represivas y políticas de la época”.
Las maneras de transmitir la información son diversas: “viajeros, las embajadas, algunos medios (…), las agencias informativas internacionales recibían la información nuestra, o sea, era un trabajo de comunicaciones adaptado a las realidades represivas y políticas de la época”.
La red traspasa las fronteras nacionales. José Miguel Varas recuerda la existencia de corresponsales: “México, Buenos Aires y distintos países europeos colmaron de noticias Escucha Chile. La correspondencia de Buenos Aires fue muy importante para nosotros y nos enviaba cada día información vía télex. Funcionó hasta 1976”. Desde Ciudad de México, el abogado Eduardo Contreras, coopera con información, al igual que el periodista Mario Gómez López. Este último “transmitía información a la hora más insólita. Lo llamábamos a la hora más insólita o él llamaba a la hora más insólita, para entregar información de Chile que le llegaba a él que estaba ahí”. La red se extiende a Ginebra, París, Londres. Miguel Lawner, arquitecto en el exilio, “operaba como corresponsal desde Copenhague, Dinamarca (…). Y a esa información, había que agregarle las miles de cartas de familiares de las víctimas y las noticias que traía Volodia, el ‘corresponsal viajero’, de sus frecuentes giras dentro de Europa y México”.
La importancia del programa crece con el tiempo. Cada emisión, es registrada y escuchada por los servicios de inteligencia de la dictadura. El propio almirante José Toribio Merino cita la agresión permanente que estaría sufriendo Chile por parte de Radio Moscú, agresión que afirma, comprueban “todo el alto de cintas grabadas que tenemos”. A comienzos de 1975, un comerciante organiza en el país un servicio especial de escucha y transcripción del programa. Lo comercializa en diferentes embajadas, gerencias de bancos y grandes empresas, incluso en reparticiones estatales, ampliando su rango de auditores.
Fuente: https://interferencia.cl/articulos/escucha-chile-el-programa-de-radio-moscu-que-por-17-anos-informo-al-mundo-de-la-dictadura
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