Europa del Este: de la crisis del socialismo al auge de la ultraderecha.

¿PARADOJA EN LA EUROPA DEL ESTE?

por Máximo Relti/CanariasSemanal.

Las privatizaciones desmantelaron economías y crearon un caldo de cultivo para el actual descontento. Pero ¿por qué es la extrema derecha lidera la respuesta al descontento?

Tras el colapso del socialismo en Europa del Este, los antiguos países del Pacto de Varsovia enfrentan un panorama complejo. Las privatizaciones masivas, el desmantelamiento de las economías locales y la imposición de un modelo neoliberal han generado un descontento que, paradójicamente, ha sido capitalizado por fuerzas de extrema derecha. Este artículo analiza los factores políticos, sociales y económicos que tratan de explicar esta realidad.

Desde la desaparición del Pacto de Varsovia, los antiguos países que lo integraron han vividoprofundas transformaciones políticas, sociales y económicas, cuyas repercusiones han podido pasar deliberadamente desapercibidaspara los medios de comunicación occidentales, pero en absoluto para las sociedades de los países afectados.

Por ello, para estar en condiciones de poder entender las tensiones que ahora se están produciendo en esos países resulta preciso mirar más allá de las narrativas oficiales que durante años han venido glorificando la integración euro atlántica como una panacea, para analizar los factores estructurales que han dado forma a estas sociedades en las últimas décadas.

En este artículo trataremos de explorar algunas de las razones subyacentes que explican el descontento que hoy sacude a las sociedades de esos países.

EL DESMANTELAMIENTO DE LOS SISTEMAS COLECTIVOS Y SUS CONSECUENCIAS.

Tras el colapso del socialismo en Europa del Este las economías de la región fueron rápidamente engullidas por el sistema capitalista global.

¿Qué es lo significa exactamente eso? Pues, ni más ni menos, que ese proceso fue íntegramente liderado por las potencias occidentales, con la imposición de políticas de privatización y liberalización económica que desmantelaron las redes sociales y productivas que se habían heredado del pasado.

Veamos algunos detalles sobre en qué consistió, en la práctica, ese arrollador proceso.

1. Privatización masiva de recursos y empresas estatales

Bajo el socialismo, la mayoría de las industrias, tierras y recursos eran de propiedad estatal o colectiva y estaban orientadas a satisfacer las necesidades de la población.

La transición al capitalismo implicó la venta o transferencia de estos activos al sector privado, muchas veces a precios escandalosamente bajos. Esto generó una concentración de riqueza en manos de una élite empresarial, tanto local como extranjera.

Las fábricas, minas y servicios públicos esenciales fueron privatizados, dejando a miles de trabajadores desempleados.

El sector agrícola sufrió también al desmantelarse los sistemas cooperativos, forzando a los pequeños agricultores a competir en mercados desregulados.

2. Apertura a la inversión extranjera y dependencia de capital externo

Para integrarse al mercado global, estos países eliminaron barreras comerciales y atrajeron inversión extranjera directa. Sin embargo, esta apertura tuvo un costo:

Muchas industrias locales no pudieron competir con productos importados de países más desarrollados y colapsaron.

Las economías se volvieron dependientes de corporaciones multinacionales, que aprovecharon los bajos costos laborales y los mercados desregulados para obtener beneficios.

3. Desindustrialización y precarización laboral

La transición destruyó gran parte de la base industrial de estos países, reemplazándola por economías basadas en el sector servicios y la exportación de materias primas.

Esto significó:

La pérdida de millones de empleos en sectores productivos clave.

El aumento del empleo precario, con salarios bajos y pocas protecciones laborales, disparó las desigualdades sociales.

4. Supeditación a instituciones financieras internacionales

Muchos países del antiguo Pacto de Varsovia se endeudaron hasta los tuétanos con instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que les impusieron políticas de austeridad y reformas estructurales.

Estas medidas incluyeron:

Recortes en el gasto público, lo que debilitó los sistemas de salud, educación y protección social.

Una mayor brecha entre las ciudades y el campo, donde el abandono estatal intensificó la pobreza.

5. Migración masiva y dependencia de remesas

El colapso de las economías locales impulsó a millones de personas a emigrar a Europa Occidental en busca de empleo. Aunque las remesas se convirtieron en una fuente clave de ingresos para algunas economías, esto también debilitó las comunidades locales, que perdieron a sus jóvenes y a gran parte de su fuerza laboral cualificada.

El retorno al capitalismo no solo transformó las estructuras económicas, sino que también impuso un nuevo marco ideológico, presentando al capitalismo como el único camino viable. Se deslegitimaron las alternativas socialistas y se introdujo una cultura de consumo y acumulación de capital como indicadores de progreso.

EL CASO PARADIGMÁTICO DE RUMANÍA

Un ejemplo paradigmático de este modelo ha sido Rumanía, donde la privatización masiva de la industria estatal dejó a cientos de miles de trabajadores sin empleo.

Gheorghe, un antiguo obrero metalúrgico de Ploiești, recuerda:

“Nos dijeron que la privatización traería prosperidad, pero lo que llegó fue el cierre de fábricas y el éxodo de nuestros jóvenes hacia Europa Occidental”.

Este modelo, que promovía el sector Servicios sobre la Industria, no solo llevó al empobrecimiento de amplios sectores de la población, sino que también creó una dependencia de las remesas enviadas por quienes emigraron.

De igual modo, en otros países de la región como Moldavia las remesas pasaron a representar más del 15% del PIB, convirtiendo al país en un ejemplo claro de cómo las economías locales han sido debilitadas para servir como mano de obra barata al servicio del capital extranjero.

LA PARADOJA: LA EXTREMA DERECHA COMO ALTERNATIVA AL DESASTRE DE LAS PRIVATIZACIONES

Una de las preguntas más inquietantes que surgen al analizar la situación actual es: ¿cómo es posible que las opciones políticas que más se benefician del descontento por el desastre de las privatizaciones sean justamente las que refuerzan las mismas estructuras que las provocaron?

Para responder a esta cuestión, es necesario entender cómo las fuerzas de extrema derecha han sabido capitalizar el vacío político dejado por la descomposición de las fuerzas progresistas en la región. Durante el proceso de la transición al capitalismo, la izquierda tradicional, vinculada al antiguo sistema socialista, fue marginada y deslegitimada por sectores de la sociedad rumana . Esto dejó un vacío que progresivamente ha  sido ocupado por narrativas simplistas que apelan a las emociones y al nacionalismo.

Mária, una profesora retirada de Budapest, explica:

“El problema es que no hay nadie que hable por la gente común. La izquierda desapareció, y lo único que nos queda son políticos que gritan sobre inmigración y las  tradiciones, pero no dicen nada sobre nuestros salarios o pensiones”.

La extrema derecha ha sabido construir un discurso montado sobre la idea de que el sufrimiento económico no es resultado de un modelo económico injusto, sino de “enemigos externos” tales como la inmigración, la burocracia europea o, en algunos casos, las minorías étnicas. Con este enfoque se logra desviar la atención sobre las verdaderas causas estructurales, al tiempo que refuerza el modelo económico que consolida la desigualdad.

Además, estos movimientos han logrado presentarse como defensores de la soberanía nacional frente a la injerencia de Bruselas o Moscú. En un contexto de profunda precarización, este discurso ofrece una respuesta rápida, aunque también ilusoria, a los problemas reales de la población.

LA POLARIZACIÓN POLÍTICA Y LA NARRATIVA DEL ENEMIGO EXTERNO

En un intento por consolidar su influencia, la UE y la OTAN han promovido una narrativa polarizadora que divide a los actores políticos entre “proeuropeos” y “prorrusos”. Este discurso, simplista y maniqueo, ha reducido la política en  muchos de los países de la Europa oriental, a una lucha entre dos bloques, ignorando las demandas sociales reales de la población.

Rumanía se nos presenta nuevamente como un caso emblemático. Las recientes elecciones presidenciales, donde un candidato euroescéptico y crítico de la OTAN obtuvo una victoria sorpresiva, desataron una oleada de acusaciones de injerencia rusa.

Sorin, un joven estudiante de Bucarest, reflexiona al respecto de esta manera:

“Nos hacen creer que cualquier crítica a Bruselas o Washington significa estar del lado de Moscú. Pero lo que queremos es que se escuchen nuestras preocupaciones, no que nos etiqueten”.

Este enfoque, que prioriza los intereses geopolíticos de Occidente sobre las realidades internas de estos países, ha contribuido a deslegitimar las instituciones y a profundizar el descontento social.

EL FUTURO INCIERTO DE EUROPA DEL ESTE

A más de tres décadas de la disolución del Pacto de Varsovia, los antiguos países miembros enfrentan un panorama complejo. Las promesas de integración y prosperidad que acompañaron la caída del socialismo no se han cumplido para la mayoría de la población, mientras que las políticas neoliberales han exacerbado las desigualdades y el descontento.

Andrei, un obrero de fábrica en Cluj, señala:

“No queremos elegir entre Bruselas o Moscú. Queremos un futuro donde nuestras voces sean escuchadas y nuestras vidas mejoren de verdad.”

UN ENGAÑO EFECTIVO, PERO FRÁGIL

En definitiva, el ascenso de la extrema derecha como respuesta al desastre de las privatizaciones no es más que un reflejo de las frustraciones de las masas trabajadoras frente a un sistema que les ha fallado. Sin embargo, esta respuesta no ofrece, ni de lejos, soluciones reales a los problemas estructurales que enfrentan estas sociedades.

La tarea pendiente es construir alternativas políticas que no solo respondan a las necesidades inmediatas de la población, sino que también ofrezcan un horizonte de transformaciones   económicas y políticas radicales.

Algunas fuentes de documentación utilizadas en este artículo:

  1. Cordis  Privatizaciones y sus efectos en la sociedad . Un  analisis cómo las privatizaciones han impactado en las economías desarrolladas
  2. Docta  Las privatizaciones en la Unión Europea: crisis, ajuste y regresión. Documento de la Universidad Complutense de Madrid ofrece un análisis de los procesos de privatización en los países de la UE,
  3. Instituto de Estudios Financieros  Análisis de los procesos privatizadores de empresas públicas en el ámbito internacional Informe del Instituto de Estudios Fiscales examina los procesos de privatización de empresas públicas en diferentes regiones
  4. TN ILa industria de la privatización en Europa. Informe del Transnational Institute explora cómo funciona el proceso de privatización en Europa,
  5. CM Media Análisis: auge de la extrema derecha en Europa, algunos factores tras su ascenso
  6. Descifrando la Guerra  El auge de la extrema derecha en Europa: 3 fechas que marcaron su ascenso
  7. El mapa de la expansión de la extrema derecha en Europa
  8. Cadena SER   La extrema derecha prorrusa irrumpe en Rumanía y gana la primera vuelta de las elecciones
  9. El País . La ira de los jóvenes impulsa el auge de la extrema derecha en Rumanía

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