Mas de 90 días desde la desaparición de Julia Chuñil: «El gobierno debe romper su silencio y su indiferencia»

Nación Mapuche. Juana Aguilera, integrante de la Comisión Ética contra la Tortura, hizo un llamado urgente al gobierno de Chile: “exigimos un plan de búsqueda para Julia Chuñil”.

por Resumen Latinoamericano.

A tres meses de su desaparición, aún no hay un plan gubernamental que facilite a la Fiscalía y a los entes investigadores todas las herramientas necesarias para encontrar a Julia y que regrese a su hogar.

Demandamos una investigación profunda y exhaustiva sobre su caso. Es fundamental que los culpables enfrenten la justicia.

La familia de Julia Chuñil ha sufrido allanamientos constantes, mientras que el poderoso que la amenazaba nunca ha sido convocado por el fiscal. Esto es inaceptable.

Como ciudadanos y ciudadanas, tenemos una responsabilidad. No podemos permanecer en silencio cuando una luchadora social, defensora de la naturaleza y los derechos humanos es víctima de una desaparición. Recordemos los recursos de amparo que aprendimos a utilizar durante la dictadura y no dejemos que se nos olviden.

El gobierno debe romper su silencio y su indiferencia frente a la desaparición de una mujer mapuche de 72 años, que merece protección especial según los instrumentos internacionales. No podemos seguir hablando de un sistema democrático cuando hay personas desaparecidas o asesinadas, precisó Juana Aguilera.

Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/02/11/nacion-mapuche-juana-aguilera-integrante-de-la-comision-etica-contra-la-tortura-hizo-un-llamado-urgente-al-gobierno-de-chile-exigimos-un-plan-de-busqueda-para-julia-chunil/


Porque desapareció Julia Chuñir Catricura mujer Mapuche y defensora de la naturaleza.

por Mario Ramos.

“No hay extractivismo sin corrupción y sin violaciones de los derechos humanos y de la naturaleza”.

Julia Chuñir Catricura, ha sido una luchadora incansable por las tierras ancestrales de su comunidad, Putraguel. Son más de 800 hectáreas, con bosque nativo de canelo, hualle y quila, entre humedales y ríos  que sostienen un ecosistema donde pueden habitar pumas, jabalíes, liebres y humanos. Ella sembró comunidad y autonomía en estas tierras, generando un espacio para el cultivo de semillas, alimentación  patrimonial y salud. Para eso eran sus tierras, para sostener la vida en comunidad.

Julia es parte de la historia del pueblo Mapuche, enfrentado históricamente a las discriminaciones del Estado chileno, modernizado para el despojo de los pueblos. Un Estado neoliberal y patriarcal, residencia de políticos profesionales responsables de implantar y normalizar la devastación, permitiendo la depredación de bosques nativos, la corrupción en el aparato público, y promoviendo el extrativismo forestal, agroalimentario y minero contra los territorios.

Esta institucionalidad, ha instalado una máquina de control y muerte en el Wallmapu, militarizando el territorio mapuche, utilizando, una vez más, al ejército chileno, con cuerpos de vigilancia estatal y privada, para neutralizar la lucha por la vida frente a las políticas corporativas, asociadas a la corrupción, la explotación, y al narco, que pulula por estas zonas, comprando gente, inoculando los organismos del Estado, y empresarizando la lógica campesina para que la discordia se exprese entre vecinos y no escale hacia la comprensión sistémica del problema.

En este contexto no resulta extraño que la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena de Chile, encargada de coordinar los planes de desarrollo de la comunidades indígenas, se vea involucrada en la pretensión de usurpar administrativamente los terrenos legítimos de la comunidad de Julia Chuñil y su familia, en la localidad de Mafil, región de los Ríos. Lo que ha dibujado una disputa con el descendiente de colonos alemanes y empresario forestal Juan Carlos Anwandter, que responde a la clásica figura de patrón de fundo, con poder y relaciones en la zona, que amenazó impunemente a Julia Chuñir y su familia en más de una ocasión, y que para muchos está detrás de la desaparición de esta defensora de otros modos de habitar.

La negligencia criminal de CONADI, responde a la línea editorial de un Estado que ha cedido la capacidad de control al poder corporativo.

La situación se repite una y otra vez, los “suicidios” de Nicolasa Quintreman, de Macarena Valdés, develan siempre lo mismo: hostigamientos, amenazas, impunidad, y la cara brutal y criminal del Estado extractivista chileno, que vende a Chile en las altas esferas (aunque la expresión correcta es bajos fondos), para acumular capital sin respetar el medio ambiente, ni los derechos humanos.

Mención aparte merece el trato que los medios de comunicación chilenos, como los canales 13. 9, 11 o 7, han dado al caso de Julia. Para ellos Julia no existe, y no es que no se cubran este tipo de acontecimientos, pues a un mes de no conocerse su paradero, se extravió el joven Martin Díaz de Valdés: hombre, blanco, del barrio alto, perdido en el Parque Cordillera en Apoquindo. Todos los noticieros y medios, mostraron cómo fuerzas especiales de Carabineros, con helicópteros y autoridades, desarrollaban sendos operativos y terminaron con el triste hallazgo de su cuerpo al cabo de 5 días. Julia Chuñil en cambio, como todas las comunidades mapuches y campesinas que defienden su soberanía contra un modelo usurpador, hasta el día de hoy, no aparece.

Fuente: https://contrahegemoniaweb.com.ar/2025/02/12/porque-desaparecio-julia-chunir-catricura-mujer-mapuche-y-defensora-de-la-naturaleza/

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