Mundo en crisis: tiempo en que todxs tenemos que elegir bando.

Santiago, 14-06-2025: multitudinaria marcha en apoyo al pueblo palestino y la Marcha Mundial hacia Gaza.

Hacia la desisraelización del mundo.

por Marcelo Urra.

Desisraelizar el mundo no significa perseguir a personas por su religión judía, del mismo modo que la desnazificación no fue una persecución contra los alemanes.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la humanidad fue testigo del horror absoluto. Las atrocidades cometidas por el régimen nazi, especialmente el Holocausto, revelaron los extremos a los que puede llegar una ideología supremacista cuando se institucionaliza. Como respuesta, se construyó una arquitectura legal internacional que buscaba impedir que tales crímenes volvieran a repetirse: la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1948), y la creación de instancias judiciales como los Tribunales de Núremberg (1945-1946), la Corte Penal Internacional (1998) y la Corte Internacional de Justicia.

1946, en el juicio de Nuremberg. De izquierda a derecha, primera fila: Hermann Goering, Rudolf Hess, Joachim Von Ribbentrop, Wilhelm Keitel, Ernst Kaltenbrunner. © Stringer / AFP

Uno de los pilares fundamentales tras la guerra fue la «desnazificación»: un proceso orientado no solo a juzgar a los responsables directos del genocidio, sino también a desmantelar toda la estructura cultural, académica, simbólica y administrativa que había sostenido al nazismo. En Alemania, se ilegalizó la propaganda nazi, se depuraron universidades y organismos estatales, y se inhabilitó a personalidades prominentes que habían simpatizado con el régimen. El caso del filósofo Martin Heidegger, separado de su cargo por su colaboración intelectual con el nazismo, y el del director de la Filarmónica de Berlín, Wilhelm Furtwängler, sometido a escrutinio por su cercanía al poder nazi, son ejemplos paradigmáticos.

1935: Aplausos para Wilhelm Furtwängler y la Orquesta Filarmónica de Berlín; en primera fila, de izquierda a derecha, Hermann Göring, Adolf Hitler, Joseph Goebbels, entre otros | Imagen: Archivo de la Filarmónica de Berlín.

Hoy, más de 70 años después, el mundo se enfrenta a un nuevo escenario de horror: el genocidio contra el pueblo palestino. Desde su creación en 1948, la entidad sionista de Israel se ha sostenido sobre la limpieza étnica y el desplazamiento forzoso de la población autóctona palestina, tal como documenta Ilan Pappé en su obra La limpieza étnica de Palestina (2006). Aquel proceso fue aprobado por las principales potencias del mundo, en un momento histórico marcado por el sentimiento de culpa europeo tras el Holocausto, pero también por la lógica geopolítica de la Guerra Fría.

El 7 de octubre de 2023, Israel acelera el proceso de exterminio palestino con una ofensiva militar de proporciones devastadoras. Según informes de Naciones Unidas y organizaciones humanitarias, hasta junio de 2025 han muerto más de 56.000 palestinos, la gran mayoría civiles, incluyendo mujeres, niños y trabajadores humanitarios. 2 millones de personas han sido desplazadas. La Corte Internacional de Justicia ha aceptado estudiar la denuncia de Sudáfrica por genocidio contra Israel, y numerosos países han roto relaciones diplomáticas o han llamado a consultas a sus embajadores.

Este contexto obliga a pensar en una respuesta que no se limite a la condena inmediata ni al castigo penal de responsables individuales. Es necesario planear una «desisraelización»: un proceso histórico, cultural, político y judicial que permita extirpar de las estructuras de poder y del imaginario global la ideología supremacista que sostiene al sionismo como proyecto colonial. Al igual que con el nazismo, esta ideología debe ser desarticulada desde sus fundamentos.

Paralelos entre desnazificación y desisraelización

  1. Judicialización internacional: Así como los juicios de Núremberg sentaron las bases del derecho penal internacional, es indispensable hoy enjuiciar a los líderes políticos y militares israelíes responsables de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. La CPI debe actuar con independencia frente a la presión de potencias aliadas a Israel.
  2. Ilegalización del discurso supremacista: En Alemania, está prohibido exhibir simbología nazi. De igual forma, la propaganda israeli que niega la existencia del pueblo palestino, promueve el apartheid o justifica la limpieza étnica, debe ser tratada como discurso de odio.
  3. Depuración institucional: Las universidades, ONGs, medios de comunicación y gobiernos que avalen o se financien a través de estructuras de Israel deben ser auditados y apartados, de igual forma que se hizo con las estructuras de la Alemania nazi tras la guerra.
  4. Reconstrucción del Estado: El modelo de un único Estado laico, con igualdad plena de derechos para todos sus ciudadanos, sean judíos, musulmanes o cristianos, es la única alternativa moralmente válida y democrática. Israel, como Estado de superioridad judía, no tiene cabida en el derecho internacional moderno.
  5. Memoria y reparación: Así como el Holocausto fue documentado, conmemorado y reparado parcialmente a través de indemnizaciones, el pueblo palestino tiene derecho a la memoria, a la reparación de los desplazados y al reconocimiento internacional de su historia.

En suma, desisraelizar el mundo no significa perseguir a personas por su religión judía, del mismo modo que la desnazificación no fue una persecución contra los alemanes. Se trata de una acción civilizatoria contra una ideología de supremacía, despojo y exterminio. Hoy, como ayer, la humanidad se juega su dignidad en la capacidad de impedir la continuidad de un genocidio transmitido en vivo, sino con la complicidad de muchas de nuestras instituciones.

jun 14, 2025.

Fuente: https://organizedpsychology.substack.com/p/hacia-la-desisraelizacion-del-mundo

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Un mensaje de Charlotte Kates, coordinadora internacional de Red de solidaridad con los presos políticos palestinos, Samidoun.

• Estamos en tiempos de guerra, tiempos de genocidio. Tiempos en los que todxs debemos elegir bando: con el imperio estadounidense-europeo y su proyecto sionista, o con Palestina y los pueblos del mundo. Cuando participamos en la batalla por la humanidad, asumimos responsabilidades.

• La batalla no es solo militar: las fuerzas de la Resistencia están elaborando estrategias y luchando en ese frente. También es una batalla económica, cultural y narrativa. Los genocidas están inmersos en un flujo constante de operaciones psicológicas destinadas a minar la moral.

• Es en este contexto en el que debemos considerar nuestro propio comportamiento y nuestras declaraciones públicas. Aunque parezca casi grandilocuente, porque la responsabilidad y el efecto no son individuales sino colectivos: cuando publicamos y hablamos en público, ¿contribuyen nuestras palabras a la resistencia psicológica?

• Nuestras acciones públicas —protestas, publicaciones, reparto de folletos, colocación de carteles— merecen un nivel de seriedad acorde con la importancia de este momento crítico. Cuando hables, piensa si tus palabras ayudan a apoyar la moral de la resistencia y a minar la de los sionistas.

• ¿Honran los sacrificios de lxs mártires, la tortura de lxs prisionerxs, el dolor de lxs heridxs? ¿Honran la estrategia y el heroísmo de la Resistencia y sus grandes líderes, lxs que viven y lxs que son martirizadxs?

• Tus palabras y acciones pueden parecer insignificantes frente a un enemigo tan horrible, y podemos y debemos hacer siempre más para estar a la altura del ejemplo que Yemen da a diario y para construir la cuna popular internacional de la resistencia. Pero, de verdad, por favor: piensa cuando publiques, critiques y analices en plataformas públicas: ¿cómo puedes contribuir hoy mejor a la victoria de la resistencia y a honrar los grandes sacrificios del pueblo?

• Si sus palabras sobre este tema tienen como objetivo desmoralizar la fe y la esperanza de las personas en la Resistencia, o retratar a la entidad sionista y a las potencias imperialistas como fuerzas motrices invencibles de la historia, están promoviendo la guerra psicológica del enemigo. Tomen en serio la responsabilidad de este momento.

• Solo una petición a todxs. Recordar que tenemos una responsabilidad con Palestina, con la región, con el pueblo y con la Resistencia, de contribuir a superar la guerra psicológica del monstruo sionista-imperialista, puede fortalecer nuestra propia moral y determinación.

Fuente: https://x.com/charlottekates/status/1933457269074588049


Si lo ocurrido en Los Ángeles hubiera sido en Cuba…

¿Qué pensaría usted si hubieran ocurrido en Cuba los graves sucesos que han tenido lugar en la ciudad de Los Ángeles donde las Fuerzas Federales estadounidenses han reprimido con enorme violencia a manifestantes que protestaban por las medidas antiinmigrantes tomadas por el Gobierno de Donald Trump?

Lo más seguro es que la ultraderecha cubanoamericana, junto al secretario de Estado, Marco Rubio y al convicto presidente Donald Trump estuvieran utilizando todos los medios de propaganda hegemónicos y presionando a organizaciones internacionales para justificar una ilegal invasión contra la Isla del Caribe, nación que se ha mantenido independiente y soberana durante 65 años pese a las numerosas acciones desestabilizadoras lanzadas desde Estados Unidos.

Lo acaecido en Los Ángeles es consecuencia del desgaste moral de los gobernantes estadounidenses; la falta de democracia en un país donde esa palabra dejó de funcionar desde hace años, y en consecuencia se ha convertido en un decadente imperio que quiere resolver los problemas solo por la fuerza.

Las protestas en Los Ángeles, que empezaron el viernes 6 de junio por detenciones indiscriminadas, maltratos y represiones contra inmigrantes, escalaron rápidamente con enfrentamientos entre manifestantes y policías, así como  bloqueos en el centro de la urbe, asaltos de tiendas y quema de automóviles.

El presidente Donald Trump sin autorización del gobernador de California, Gavin Newsom, ordenó desplegar 2.000 agentes de la Guardia Nacional, luego envió otros 2.000 efectivos adicionales y el martes l0 mandó 700 marines.

Newsom calificó la intervención de Washington como un intento de limitar las competencias de los Estados y anunció su intención de llevar la controversia a los tribunales.

Trump ve al demócrata Newson como un peligroso contrincante para los republicanos en futuras elecciones y ha utilizado la furia contra los migrantes para avanzar en su agenda ultraconservadora y autoritaria. Hasta insinuó “detener” al gobernador californiano por incapacidad y debilidad.

La férrea dictadura que está implantando Washington fue ratificada en un comunicado de la Casa Blanca: “Los lunáticos de la izquierda radical están tomando las calles de Los Ángeles, atacando a las fuerzas del orden, lanzando proyectiles a los coches de patrulla de la policía, quemando vehículos y cerrando autopistas, porque la administración Trump está expulsando a los inmigrantes ilegales. Los demócratas como Gavin Newsom y la alcaldesa Karen Bass deberían dar las gracias al presidente Trump por librar sus calles de asesinos, violadores y pandilleros”.

La represión ha sido brutal por parte de la Guardia Nacional que dispersa a los manifestantes con ataques violentos, balas de goma y gases lacrimógenos. Son personas que solo reclaman un mínimo de justicia que les permitan mantener sus trabajos y en la mayoría de los casos ayudar a familiares por lo cual desaprueban ser deportados sin contemplación.

Las protestas han ido más allá de Los Ángeles, San Francisco, Santa Ana (en California), en Dallas y Austin (Texas), Washington, Seattle, New York y para el 14 de junio se han convocado a multitudinarias manifestaciones en 1 800 ciudades de los 50 Estados de la Unión.

El desgastado imperio arde por dentro, solo queda esperar las consecuencias futuras. Sus militares lanzan granadas de esponja (una carcasa de metal cubierta de goma que actúa como proyectil); balas de bolsa de perdigones, (hechas de tela de 37 mm llenas de 40 perdigones de plomo o goma que no penetran la piel pero causan incapacidad temporal a las personas) y también usan gases lacrimógenos.

En cuanto a Cuba, donde en los últimos días hubo incomprensiones por parte de la población debido a la elevación de los precios en las comunicaciones por la empresa Etecsa, la situación fue resuelta de forma completamente distinta.

Para tratar de aprovechar el malestar causado en el país por esa medida, emisoras y diarios de Miami comenzaron a lanzar una abrumadora campaña de noticias falsas y hasta publicaron llamados para que si se lograra desestabilizar al Gobierno, se autorizara un mes para matar a los revolucionarios de la Isla.

Pero Cuba no es Los Ángeles porque las autoridades, esquivando todas las dificultades que provoca el bloqueo, hablan, dialogan y oyen a su pueblo y nunca en los 65 años de Revolución han utilizado armas para reprimirlo como ha sucedido nuevamente por todo Estados Unidos.

Fuente: https://rebelion.org/si-lo-ocurrido-en-los-angeles-hubiera-sido-en-cuba/


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