Un incendio de grandes proporciones destruye el Museo Nacional de Brasil en Río, uno de los más grandes de América Latina.
Un incendio de grandes proporciones devora desde la noche del domingo el Museo Nacional de Brasil, considerado uno de los mayores de su tipo en América Latina.
De acuerdo con reportes preliminares, no hay víctimas, aunque se desconocen las causas detrás del fuego que consume la edificación de más de 200 años, situada en el norte de Río de Janeiro.
Imágenes difundidas por las televisoras locales muestran que el incendio afecta casi la totalidad edificio, donde se albergan más de 20 millones de piezas de diferentes períodos de la historia de Brasil y del mundo.
El fuego comenzó a las 19:30 hora local (22:30 GMT), cuando ya el museo estaba cerrado y solo había cuatro vigilantes en su interior, según los reportes.
Los bomberos intentan desde entonces controlar las llamas, que se han extendido a casi todo el recinto.
En declaraciones a medios locales, el jefe de los bomberos de Río, Roberto Robadey, informó que la falta de hidrantes en la zona y características propias del museo, con pisos de madera y piezas guardadas en alcohol, había dificultado sofocar las llamas.
La vicedirectora del museo, Cristina Cerejo, indicó a medios locales que, aunque era muy pronto para evaluar la magnitud de los daños, creía que la mayor parte de la colección quedó destruida, aunque esperaba que se hubieran salvado algunas piezas que se conservaban en anexo.
Entre las piezas más valoradas del museo se encontraban:
- decenas de huesos de dinosaurios, algunos únicos de su tipo
- un esqueleto de una mujer (Luzia) de 12.000 años de antigüedad, el más antiguo encontrado en el continente
- el meteorito Bendegó, el mayor encontrado en Brasil
- su colección de arqueología egipcia era la mayor de América Latina
- en sus instalaciones se encontraba la mayor biblioteca científica de Río de Janeiro.
- Su acervo de arqueología estaba compuesto por más de 100.000 objetos provenientes de diversas civilizaciones de América, Europa y África, desde el Paleolítico hasta el siglo XIX
- La colección de arqueología clásica la integraban 750 piezas de las civilizaciones griega, romana, etrusca e italiana, considerada la mayor en su género en América Latina
- Un conjunto de aproximadamente 1.800 artefactos producidos por las civilizaciones amerindias durante la era precolombina
El diario Folha de São Paulo informó que gran parte del edificio ya se derrumbó.
«La pérdida del acervo del Museo Nacional es incalculable para Brasil . Se perdieron 200 años de trabajo, investigación y conocimiento«, aseguró en su Twitter el presidente Michel Temer quien agregó que era «día triste para todos los brasileños».
«Años de negligencia»
De acuerdo con medios brasileños, desde 2014 la institución no recibía los más de US$128.000 dólares anuales destinados por el gobierno para la conservación y restauración del museo, lo que conllevó a que algunas paredes del edificio estuvieran agrietadas y descaradas y que muchas conexiones eléctricas estuvieran al descubierto.
En declaraciones a la prensa local, el vicedirector de la institución, Luis Fernando Duarte, criticó que la «falta de apoyo y la falta de conciencia» de las autoridades condujeron a esa «trágica situación».
«Luchábamos desde hace años, en distintos gobiernos, para lograr recursos para preservar adecuadamente todo lo que fue destruido hoy», agregó.
Según los informes, los empleados habían expresado anteriormente su preocupación por los recortes de fondos y el estado ruinoso del edificio.
El ministro de Cultura de Brasil, Sérgio Sá Leitao, consideró que el incendio había sido resultado de «años de negligencia» y que se trataba de un «día de luto» para su país.
«Que esto sirva de alerta para que tragedias como esa no se repitan en otros museos y otras instituciones», declaró a la televisión local.
El museo.
El Museo Nacional, el más antiguo del Brasil, es administrado por la Universidad Federal de Río de Janeiro y fue fundado por Juan VI, rey de Portugal, el 6 de junio de 1818.
Desde 1802, la edificación sirvió de residencia a la familia real portuguesa y, tras la independencia, a la familia imperial brasileña.
Debido a su gran patrimonio, que incluye colecciones de geología, botánica, paleontología y arqueología, es considerado uno de los más importantes de América Latina.
Era tan amplia su colección que, de acuerdo al catálogo, solo el 1% de los objetos en su acervo estaba expuesto.
3 septiembre 2018
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45380592
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Incendio en el Museo Nacional de Brasil de Río: la trágica pérdida de Luzia, «la mujer más antigua» de América del Sur.
«Perdimos nuestra memoria, nuestra historia. No vamos a tener a Luzia nunca más. Luzia murió en el incendio».
Con estas palabras de lamento al diario Estadao,la presidenta del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil, Kátia Bogéa, confirmó una de las pérdidas más importantes causadas por el espectacular incendio que consume desde este domingo el edificio del Museo Nacional de Brasil, en Rio de Janeiro.
Se trata del cráneo de Luzia, uno de los esqueletos más antiguos jamás encontrado en América, de unos 11.500 años de antigüedad.
El cráneo prehistórico fue encontrado en una cueva del estado brasileño de Minas Gerais en 1975 por una expedición conjunta franco-brasileña capitaneada por la arqueóloga Annette Laming-Emperaire.
Sin embargo, permaneció en el olvido durante años, guardado en un almacén del Museo Nacional de Río hasta que fue «rescatado», como contaban en un artículo publicado en 2011 los antropólogos Verlan Valle y Ricardo Ventura.
«La más antigua».
Cuando se exhibió por primera vez, en 1999, Luzia atrajo inmediatamente la atención del público, al ser presentada por científicos brasileños en aquel momento como los restos humanos más antiguos nunca encontrados en el Hemisferio Occidental.
El título, sin embargo, actualmente le corresponde a la llamada Eva de Naharon, quien vivió en lo que ahora es la península de Yucatán, México, hace unos 13.600 años.
El rostro de Lucía también fue reconstruido en 1999 gracias a la financiación de la BBC, como parte de un documental sobre la ocupación prehistórica de las Américas, según cuentan Valle y Ventura.
Para ello, el cráneo fue mapeado mediante tomografía computarizada en Brasil y las imágenes se enviaron a Reino Unido, donde Richard Neave, de la Universidad de Manchester, elaboró la réplica.
Nueva teoría.
Los rasgos de Luzia, más negroides que mongoloides, sugerían que el hemisferio occidental «puede haber sido ocupado no solo antes de lo que se pensaba, sino por pueblos distintos a los ancestros actuales de los indios del norte y del sur de América», según contaba un artículo del New York Times de la época.
Y Luzia se convirtió en un emblema de una nueva teoría, creada por el bioantropólogo brasileño Walter Neves -y quien le dio nombre al esqueleto (que hasta entonces se llamaba Lapa Vermelha IV)-, unos diez años antes de que examinara a Luzia.
La teoría defiende que América fue colonizada por dos oleadas de poblaciones biológicamente distintas y que había un contingente anterior a los ancestros de las poblaciones indígenas actuales.
La primera oleada llegó hace unos 14.000 años con individuos similares a Lucía, de morfología no mongoloide, parecida a la de los australianos y africanos actuales.
La segunda llegó hace unos 12.000 años y sus miembros tenían características asiáticas, posibles ancestros de los indígenas actuales, según explicó Neves en una entrevista a la revista brasileña Pesquisa en 2012.
Luzia había sido una mujer bajita, de unos 1,50 metros y de poco más de 20 años. Durante su vida se había movido por la zona que actualmente son las afueras de la ciudad brasileña de Belo Horizonte junto con otros congéneres, todos cazadores recolectores.
Puede que muriera víctima de un accidente o de un ataque de algún animal.
Y, 11.500 años después, muchos en Brasil y el mundo están lamentando de nuevo su desaparición, esta vez en un voraz incendio.
3 septiembre 2018
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-45398014
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Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro: ¿qué causó el incendio que lo destruyó?.
A cualquier desastre o accidente le siguen las preguntas de si se pudo haber evitado y qué lo provocó.
Este domingo el Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro quedó en ruinas luego de que un incendio acabara casi por completo con una de las colecciones de antropología e historia natural más grandes de la región.
La subdirectora del museo, Cristiana Serejo, dijo el lunes, según medios brasileños, que las llamas habían consumido cerca del 90% de las piezas del lugar.
«Tal vez se salvó un 10% (de los objetos)», señaló, de acuerdo al portal Estadâo, entre los que se cuentan el meteorito de Bendegó, parte de la biblioteca y algunas piezas de cerámica.
Los primeros testimonios de quienes trabajaban en el museo -el más grande y antiguo del país- apuntan a que más de un empleado ya había expresado su preocupación por la falta de fondos y el ruinoso estado de las instalaciones.
El incendio comenzó en la noche del domingo cuando el edificio (un antiguo palacio del siglo XIX) ya estaba cerrado a las visitas diarias del público.
Las autoridades brasileñas no demoraron en comenzar a investigar las posibles causas de una tragedia que arrasó con la mayor parte de unos 20 millones de artículos de valor histórico y cultural, incluidos los restos humanos más antiguos encontrados en América.
Dos teorías.
Varios medios brasileños reprodujeron este lunes las teorías que podrían esclarecer las causas del desastre.
El ministro de Cultura habló de dos líneas de investigación: la caída de un pequeño globo aerostático y un cortocircuito, según el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
En Brasil, estos globos son llamados «baloes» y se utilizan especialmente durante las fiestas «juninas», una celebración tradicional que se realiza a mitad de año en algunas ciudades del país.
Respecto al posible cortocircuito, este se podría haber generado en el laboratorio audiovisual del museo.
«Parece que el fuego comenzó por encima, en lo alto, y fue bajando», dijo Leitão en Radio Eldorado, una estación del diario brasileño Estadâo.
El ministro aseguró que cuando todo comenzó la brigada contra incendios ya no estaba en el museo, sino que sólo había cuatro vigilantes, quienes tardaron en percibir el fuego.
«Cuando lo hicieron ya era imposible que actuaran», lamentó.
Los «baloes», que se elevan al calentarse el aire de su interior por una pequeña llama, lucen casi exactamente igual a un globo aerostático regular, solo que son más pequeños.
Los incendios causados por estos globos no son raros en Brasil.
De hecho, en julio de este año un pabellón de Riocentro (uno de los más importantes centros de exposición de la ciudad Río de Janeiro) fue consumido por las llamas en un evento que incluía estos artefactos.
Algo similar pasó en el Velódromo Olímpico de Río en 2017.
«Una gran ira».
El subdirector adjunto del museo, Luiz Fernando Dias Duarte, expresó «una gran ira» tras el suceso y acusó a las autoridades brasileñas de «falta de atención».
«Luchamos hace años, durante diferentes gobiernos, para obtener recursos que nos permitan preservar adecuadamente todo lo que se destruyó hoy», dijo.
Un tercio de las 30 salas de exhibición del museo había sido cerrado debido a recortes presupuestarios, según Folha de Sao Paulo.
Una gran exhibición de dinosaurios, que fue forzada a cerrar luego de un ataque de termitas hace cinco meses, se había reabierto recientemente gracias a una campaña de crowdfunding (microrecaudación de fondos), agrega el reporte.
El bibliotecario del museo, Edson Vargas da Silva, dijo a los medios locales que el edificio tenía pisos de madera y contenía «muchas cosas que se queman muy rápido», como documentos de papel.
El museo es administrado por la Universidad Federal de Río de Janeiro y el gobierno federal ha tenido enormes desequilibrios presupuestarios en los últimos años.
En 2017, el déficit del PIB del país alcanzó alrededor del 8%. Y el estado de Río de Janeiro (donde se encuentra ubicado el museo) también enfrenta una crisis presupuestaria.
Una dura metáfora de una ciudad en crisis.
Por Katy Watson, corresponsal de BBC en Sudamérica.
No es solamente la historia brasileña la que se ha incendiado. Muchos ven esto como una metáfora de la ciudad y del país, en su conjunto.
Rio de Janeiro está en crisis. La creciente violencia, el profundo declive económico y la corrupción política se han combinado para hacer que la ciudad sea una sombra de lo que fue alguna vez.
En 2016, Brasil fue sede de los Juegos Olímpicos, en los que la nación invirtió miles de millones de dólares.
Pero la resaca del evento deportivo ha afectado mucho a Río. A esto se agrega el hecho de que el gasto federal se ha reducido drásticamente y, con el aumento de la violencia, el turismo también ha disminuido.
Muchos alertaron que el museo estaba siendo ignorado desde hace tiempo, lo que pudo ser la causa de las devastadoras consecuencias para el patrimonio de Brasil.
¿Qué contenía el museo?
Sus 20 millones de artefactos incluyen fósiles, huesos de dinosaurios y un esqueleto de 12.000 años de una mujer conocida como «Luzia», la persona más antigua descubierta en Sudamérica.
Una pieza a destacar para muchos fue el meteorito de Bendegó, que pesaba más de cinco toneladas y se descubrió en la región de Minas Gerais en el siglo XVIII.
Según Serejo, la subdirectora del museo, el objeto sobrevivió a las llamas.
El edificio también albergaba artefactos que abarcaban el período desde la llegada de los portugueses (siglo XVI) hasta la declaración de Brasil como república, en 1889.
La colección de etnología tenía piezas únicas de la era precolombina y artefactos de culturas indígenas. El museo también albergaba varias piezas de la época greco-romana y de Egipto.
El museo se fundó en 1818 con el objetivo de promover la investigación científica poniendo su colección a disposición de los especialistas.
El ministro de Cultura de Brasil dijo a la prensa local que se realizará un esfuerzo de reconstrucción, aunque no se conoce cuándo.
3 septiembre 2018
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45376399
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