por Deutsche Welle. [Un comentario soft sobre un problema mucho mas serio, nota del Editor CT].
Cremas, jabones, píldoras… Miles de personas en Asia y África quieren blanquearse. ¿De dónde viene este deseo tan profundamente arraigado y qué tan peligroso puede ser?
Al mismo tiempo que muchos en Occidente aprovechan el verano para tomar sol y lucir con orgullo sus pieles bronceadas, millones de personas de distintos países de Asia y África tienen una meta totalmente distinta: obtener una piel clara. Esto, que puede sonar extraño, mueve un mercado de miles de millones de euros en torno a productos para blanquear la piel.
Existen numerosos blanqueadores que contienen productos peligrosos, como esteroides, hidroquinona o mercurio, especialmente aquellos que se venden en el mercado negro y no cuentan con la certificación necesaria. Los efectos pueden ir desde irritaciones a la piel hasta cáncer y daño renal, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las mujeres, principales compradoras
En busca de ese objetivo, muchos africanos y asiáticos, aunque también personas de pieles más oscuras en Europa, América y Australia, se exponen a toda clase de peligros. Según cifras de la OMS, en Nigeria un 77 por ciento de las mujeres usa blanqueadores de forma regular, una cifra que se acerca al 40 por ciento en China.
Esto porque, según una creencia que se ha afianzado en la cabeza de muchas personas, la piel más clara es más hermosa. Aisha Phoenix, de la Escuela de Londres para Estudios de Oriente y África, ha investigado sobre la discriminación por color de piel, y explica los orígenes de esta percepción. «En muchos lugares, la piel más clara estuvo asociada durante muchos años a la riqueza, pues era indicador de que uno no había trabajado en el campo”.
Con la colonización europea y el comercio de esclavos, esta preferencia por la piel más clara se intensificó aún más. Los niños nacidos de relaciones entre esclavos y blancos, por ejemplo, eran vistos como mejores porque tenían la piel más clara, y con ello más oportunidades de escapar de la esclavitud.
¿Por qué hoy, en un mundo mucho más avanzado, tanta gente sigue buscando ese ideal de piel clara? El profesor Ronald Hall, académico de Trabajo Social en la Universidad Estatal de Michigan, ha recopilado mucha información sobre este tema. Para él, siguen existiendo prejuicios asociados a la gente de piel más oscura. «Mientras más claro el color de piel, entonces se cree que una persona es más inteligente, educada y atractiva”, apunta.
Desventajas por tener la piel oscura
Se trata de una afirmación devastadora en tiempos en que muchos se consideran libres de prejuicios. Las personas de piel más oscura tendrían «peores oportunidades laborales y también en la búsqueda de pareja. Ganan menos dinero y disfrutan de un status social más bajo», explica Gall, que ha escrito también sobre lo que llama el «síndrome del blanqueamiento”. Si Barack Obama, hijo de un keniano y una estadounidense blanca, hubiera tenido la piel más oscura, sus posibilidades de ser presidente de Estados Unidos habrían sido mucho menores, estima el experto.
La bloguera de belleza india Super Princess Jo, que tiene más de 800.000 seguidores en Youtube, en cambio, habla de presión social para aclarar la piel. «La familia o los amigos de las personas con piel oscura les dicen ‘oh, deberías hacer algo’”. En India, donde la discriminación por el color de piel se manifiesta en el sistema de castas, la venta de blanqueadores representa casi dos tercios del total del mercado de productos para la piel.
Estrellas de Bollywood como Shah Rukh Khan aparecen en videos absurdos donde, tras usar cremas blanqueadoras, mágicamente tiene más suerte con las mujeres y es más feliz. La misma Super Princess Jo promociona, como muchos otros en Youtube, productos que aclaran la piel. Para ella, se trata de hacer que la piel luzca más «sana y brillante”. Y aclara que solo presenta «productos que han sido probados y aprobados y que no tienen efectos secundarios”.
Buen negocio para las cosméticas
Por lejos, la marca dominante en el mercado indio es Fair & Lovely, de Unilever. Pero hay varias otras empresas que participan activamente del mercado del blanqueamiento, como Palmolive o L’Oréal. También suma ingresos en este campo la alemana Beiersdorf. En Alemania, estos productos están a la venta solo en algunas tiendas. Pero cremas que se anuncian como aclarantes de los vellos corporales o que combaten las manchas de la edad y las huellas del acné pueden encontrarse en cualquier farmacia. Y todo esto puede comprarse a través de internet.
Super Princess Jo piensa que la gente quiere tener la piel más clara debido a la tendencia humana natural a desear lo que no tiene. «Las personas siempre encuentran que el césped del vecino es más verde”, afirma. ¿Se puede aplicar la misma lógica a aquellos que, siendo blancos, quieren tener la piel bronceada?
Aisha Phoenix no está para nada de acuerdo. «Esto no es como la gente que dice que prefiere el azul al rojo. Hay una larga historia de opresión y racismo que nos ha dejado en la situación actual, en la que una amplia parte de la población mundial considera la piel más clara mejor y más bonita”.
«No hay razón para desear una piel más clara”
Para frenar la a menudo peligrosa práctica del blanqueamiento, la gente debería ser sensibilizada respecto a este tema, opina el sociólogo. «Es importante que la gente entienda que no existe ninguna razón que haga a la piel blanca mejor que la oscura”, explica.
Aún queda un largo camino por recorrer, dice Phoenix, aunque tanto él como Ronald Hall ven ciertos avances. Phoenix cita la película «Black Panther”, que da una mirada positiva de la piel oscura. Hall piensa que la creciente interacción entre personas de distintas etnias reduce los prejuicios. «Mientras más a menudo las personas ven excepciones a los estereotipos, más obligados se ven a cuestionarlos”, dice.
Fuente: https://www.dw.com/es/por-qu%C3%A9-millones-de-personas-se-blanquean-la-piel/a-49493094
“El mestizo mexicano quiere ser lo más blanco posible”
Entrevista a federico Navarrete (*) por David Marcial Pérez /El País.
El historiador denuncia una discriminación velada, familiar y frívola en ‘Alfabeto del racismo mexicano’.
Cuando nació, su tía le dijo a su madre: “Por suerte no salió tan morenito”. En una fiesta, siendo ya un niño, un fotógrafo le apartó de un retrato con sus primos güeros “para que la foto no se echara a perder”. Sutil y familiar, velado por el humor y la intimidad. Así describe el escritor e historiador Federico Navarrete (Ciudad de México, 1964) el racismo en su país en su último libro, Alfabeto del racismo mexicano.
“Para la mayoría de los mexicanos es una experiencia personal, una serie de discriminaciones y pequeñas humillaciones que muchas veces no sabes a qué se deben. Las vivimos como momentos de vergüenza. No las entendemos y no las interpretamos como una práctica racista que obedece a una lógica cultural, social y económica”, explica por teléfono desde Berlín, donde está avanzando una investigación más amplia sobre el fenómeno a escala latinoamericana.
Pregunta. El hito fundacional de la identidad mexicana moderna es el mestizaje. ¿Es una leyenda?
Respuesta. La identidad mexicana moderna se ha construido con la idea de que el país se debe unificar racialmente: lo indígena y lo español han de fundirse. Pero ha sido un fracaso. El mexicano se dice mestizo pero el argumento es contradictorio: ser mestizos, ser una sola raza, ya es racismo. Se está excluyendo a los indígenas y automáticamente se les impone incorporarse a lo mestizo. Además de la discriminación hacia los judíos, libaneses, chinos, etc.
P. Usted afirma que el drama del mestizo es que nunca quiso serlo de verdad.
El objetivo del mestizaje fue el blanqueamiento y la occidentalización
R. Es que en realidad no fue un proyecto de crear una raza propiamente mestiza, sino de blanquear. El objetivo del mestizaje es lograr la europeización. El mestizo quiere ser lo más blanco posible. Además, nunca fue un grupo homogéneo. Desde los que eran más blancos y hasta los más morenos. Pero desde el siglo XIX el objetivo siempre fue acercarse lo más posible al ideal blanco: blanqueamiento y occidentalización.
P. Es muy crítico con las teorías canónicas de la identidad mestiza inscritas en la culpa y el conflicto, como la de Octavio Paz en El laberinto de la soledad.
R. La mezcla racial de Paz está cargada de machismo. Es una imagen de auto violencia a través de la violación simbólica de la figura de La Malinche. Es una execración y devaluación de la identidad indígena.
P. Usted rechaza esta “mancha constitucional”.
R. Siempre hay una tendencia a culpar de las fallas del mestizaje al mestizo. Se dice que es un ser fallido, que no ha alcanzado a realizarse por completo. Yo diría que la culpa no está ahí, sino en el propio ideal de las élites de ser blanco, que se convierte en inalcanzable. En términos culturales, los intelectuales se basan en identificarse ellos a lo blanco y no dejar que el mestizo les alcance porque entonces perderían sus privilegios. Incluso en Roger Bartra, que es muy crítico, está la idea de la imperfección: el ajolote que no se ha transformado del todo.
P. ¿Cree que existe un racismo en cadena, del blanco, al mestizo, al indígena?
En México las divisiones económicas son raciales y el neoliberalismo ha venido a profundizarlas
R. Existe una escala de discriminaciones. Una espiral en la que todos jugamos a blanquearnos, pero siempre está la serpiente que nos puede hacer bajar, el más blanco que nos desprecia: “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Siempre estamos jugando a subir y empujando a alguien atrás, porque para subir siempre tiene que quedar uno atrás. Es un racismo privado, familiar y a la vez presente en la cultura de consumo, en los antros, en los espacios recreativos y hasta en la arena política.
P. ¿Qué diferencias percibe entre el racismo en México y por ejemplo en EE UU?
R. El esclavismo y la segregación provocaron en EE UU una reacción social antirracista. La corrección política actual es la cristalización de las luchas de los negros y los chicanos. Eso en México no ha sucedido porque las exclusiones raciales nunca han sido tan flagrantes. Abolimos la esclavitud 40 años antes que EE UU y 70 antes que Brasil. Además, el mestizaje ha encubierto estas demandas. No tenemos una conciencia antirracista fuerte. Aunque empieza a haber signos.
P. ¿Por ejemplo?
R. Las respuestas en las redes sociales muestran que la sociedad ya está condenando la expresiones de racismo de una manera más abierta. El funcionario de la UNAM que el año pasado llamó “joto” y “naco” a Juan Gabriel acabó perdiendo su trabajo. Ya hay un costo para estas expresiones de racismo.
P. Usted afirma que en México existe una multidiscriminación: sexismo, racismo y clasismo.
R. La discriminación es una práctica muy difundida y se mueve en muchos vectores. Todas las mujeres padecen sexismo , pero las más vulnerables son las más pobres, por lo que se incorpora el clasismo, y más aún las de piel oscura, por una cuestión de racismo. Estas formas de discriminación se hacen peores cuando se juntan. El problema es que no hay una consciencia social sobre lo lesiva que puede ser la discriminación y la necesidad de combatirla y dejarla de reproducir en el humor y en el cotidiano.
P. ¿Cree que el humor mexicano es intrínsecamente discriminatorio?
R. Siempre ha sido una de las manifestaciones del racismo en México. Siempre ha tenido esta dimensión humorística. Mi tesis es que este humor no es inocente, siempre es dañino porque genera un ambiente donde la discriminación es aceptable. En una mayor escala, genera una tolerancia a la violencia.
P. ¿Cómo se relacionan economía y racismo en México?
R. En México las divisiones económicas son raciales y el neoliberalismo ha venido a profundizarlas. El racismo creó en la sociedad mexicana una tolerancia a la desigualdad. Que los más pobres sean en general de piel más oscura, hablen distinto, se vistan distinto, son elementos que se interpretan en términos raciales y hacen que toleremos más la desigualdad. Eso ha permitido que el neoliberalismo se acendre durante 30 años sin producir apenas mejoras. La economía no ha crecido, la desigualdad sigue aumentando y lo seguimos aceptando. Porque ya nos considerábamos una sociedad desigual y dividida desde mucho antes.
Fuente: https://elpais.com/cultura/2017/06/23/actualidad/1498245328_147788.html
(*) Federico Navarrete Linares (México, 1964) historiador y antropólogo, es investigador en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Sus temas de trabajo son las concepciones indígenas del tiempo y de la historia y también las transformaciones de las sociedades amerindias tras la conquista, y hasta el presente. Entre sus publicaciones se cuentan Los pueblos indígenas del México contemporáneo (2008), Las relaciones interétnicas en México (2004), La conquista de México (2000) y La vida cotidiana en tiempos de los mayas (1996). Ha publicado también la novela histórica Huesos de Lagartija y diversas obras literarias y de divulgación histórica para niños y jóvenes. (Fuente (extracto): https://www.sites.google.com/site/federiconavarretelinares/).
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