Por Redacción CT
El mandatario español, Pedro Sánchez, informó este viernes 18 de marzo al monarca marroquí, Mohamed VI, que estima la posibilidad de la autonomía de Marruecos en relación al Sahara Occidental como la manera “más realista” para terminar con el conflicto.
La opinión de Sánchez fue publicada por Mohamed VI, quien estima que la administración del Estado español accedió a la propuesta de autonomía de Marruecos que hizo esa monarquía en 2007.
La misiva de Sánchez habla de “transparencia y comunicación”, “respeto mutuo” y rechazo a cualquier “actuación unilateral” por alguna de las partes.
La declaración de la administración hispana va a contrapelo de las posiciones de gran parte del mundo intelectual y político español, malestar que se intensifica si se considera que Argelia, hermano de la causa saharaui, es la proveedora cardinal de gas para la península.
Sorpresa causó cuando, luego de que el ultraderechista presidente estadounidense Donald Trump aún en ejercicio, respaldó la posición colonialista de la soberanía marroquí sobre la República Saharaui, el gobierno español se opuso rápidamente al norteamericano, incluso realizando gestiones para que Europa rechazara el reconocimiento de Trump.
Pues bien, existen, al menos, tres posiciones que conviven entre las clases dominantes del Estado español respecto del porvenir del Sahara Occidental, para las que el territorio saharaui debe ser Ceuta y Melilla, así como hace centurias atrás fue todo el norte de Marruecos.
Una postura demanda que se aparte Marruecos del Sahara Occidental, Ceuta y Melilla. Otra sostiene que la monarquía marroquí es una aliada hispana que debe controlar el Sahara Occidental, en la idea de que este último se convierta en un Estado dentro de otro, y mirar hacia otro lado respecto de Ceuta y Melilla. Y finalmente, está la visión de que Marruecos se trague al Sahara Occidental, y se proclame esa medida internacionalmente, mientras que se posterga el problema con Ceuta y Melilla hasta que Inglaterra y el Estado español arriben a un pacto sobre Gilbraltar.
Lo cierto es que la carta del actual gobierno hispano de Pedro Sánchez plantea abiertamente la subordinación de la península ibérica a los afanes colonialistas de Marruecos sobre el territorio saharaui ocupado.
Con mucho asombro, el gobierno de la República Saharaui y el Frente Popular para la Liberación de Saguia El-Hamra y Rio de Oro (Frente POLISARIO) se informaron esta tarde (ayer 18 de marzo) del contenido de las dos declaraciones emitidas por el ocupante marroquí y el Gobierno de la potencia administradora española, y en consecuencia quieren expresar lo siguiente:
1- La posición expresada por el gobierno español está absolutamente en contradicción con la legitimidad internacional. Las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea, la Corte Internacional de Justicia, la Corte Europea de Justicia y todas las organizaciones regionales y continentales no reconocen, todas ellas, ninguna soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
Es España además, junto con Francia, el país que trazó las fronteras entre el Sáhara Occidental y sus tres vecinos, Marruecos, Argelia y Mauritania, tiene más responsabilidades jurídicas y políticas que otros en la defensa de las fronteras internacionales reconocidas y repeler la expansión marroquí además de sus responsabilidades. hacia el pueblo saharaui y las Naciones Unidas juntos. Esta responsabilidad no caduca mientras el pueblo saharaui no haya podido ejercer su derecho inalienable a la libre determinación y la independencia.
La posición emitida en las dos declaraciones carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo, porque es una desviación peligrosa, contradice la legitimidad internacional, apoya la ocupación, alienta la agresión y la política de los hechos consumados y la huida hacia delante , y pretende legitimar la represión, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el saqueo de riquezas que Marruecos continúa empleando contra el pueblo saharaui en violación de las resoluciones de legitimidad internacional.
Esto se produce en un contexto muy grave por el que atraviesa el conflicto del Sáhara Occidental tras el estallido de la guerra en noviembre de 2020, y el estado de tensión en la región por la persistencia del Reino de Marruecos en sus políticas expansionistas y planes para perturbar la seguridad y la estabilidad de la región.
2. Esta transformación parece ser el resultado de intensos meses de chantaje marroquí contra España para restablecer las relaciones diplomáticas a su estado anterior. Desgraciadamente, en lugar de que Madrid pretendiera restablecer sus relaciones bilaterales con su vecino del sur sobre bases fuertes y sólidas, optó por someterse, una vez más, al chantaje marroquí.
3- La posición expresada contiene elementos muy peligrosos, como referirse a la propuesta marroquí como “la más seria, realista y objetiva… etc., para resolver el conflicto del Sáhara Occidental”, en claro apoyo al enfoque unilateral, en contradicción con la legitimidad, el derecho internacional y la libre práctica democrática por parte del pueblo saharaui de su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia. La declaración del Gobierno español no se quedó ahí, sino que fue más allá, al referirse al acuerdo de “respeto a la integridad territorial de los dos países”, que, en el contexto del conflicto del Sáhara Occidental, no es sino una clara adopción de la tesis expansionista marroquí.
4. Esta posición, de forma significativamente negativa, afecta a cualquier posible papel de España en la solución del conflicto y en la descolonización del Sáhara Occidental, y los esfuerzos actuales para reactivar y revitalizar el proceso de paz por parte de las Naciones Unidas. Esperábamos que España, por imparcialidad y sentido de sus responsabilidades legales e históricas, acompañe a las dos partes y al nuevo enviado personal para revitalizar el proceso político. Es lamentable que Madrid opte, una vez más, por someterse al chantaje marroquí y disipar las esperanzas que existían, alimentando la tensión, la escalada y empujando hacia más desatinos.
5- A pesar de todo ello, España no puede despojarse unilateralmente de sus responsabilidades jurídicas para con el Sáhara Occidental y su pueblo, siendo potencia administradora del Territorio a la espera de la descolonización del mismo. Tampoco puede dar la espalda a sus responsabilidades políticas, ya que es el principal responsable del sufrimiento del pueblo saharaui, y de hecho de todos los pueblos de la región, que hasta ahora no han podido disfrutar de la estabilidad debido a la herida sangrante dejada por España en 1975, y que sigue envenenando las relaciones de los pueblos y países de la región.
6- El pueblo saharaui, su gobierno y el Frente POLISARIO hacen un llamamiento urgente a las fuerzas políticas españolas y a todos los pueblos de España, para que presionen al gobierno español para que corrija este lamentable error, y obliguen a Madrid a asumir sus responsabilidades originarias , que no prescriben , en la erradicación del colonialismo del Sáhara Occidental de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, especialmente en lo que respecta al disfrute del derecho de los pueblos coloniales a la libre determinación y la independencia.
Primera reacción del F @Polisario_Es: España sucumbe ante el chantaje y la política del miedo utilizada por Marruecos.
Es una posición que no se corresponde con la responsabilidad política y jurídica de España y que condicionará su papel en la resolución del conflicto. pic.twitter.com/z8SeyRgFhC— Polisario_Es 🇪🇭 (@Polisario_Es) March 18, 2022
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